“La Capital de la Alegría”: agroquímicos, impunidad y un presupuesto para el churrete
La proyección de un nuevo documental sobre el uso de agroquímicos y su implicancia en la salud de la población volvió a tejer debates en la sociedad toldense. En este caso, se trata del documental “La capital de la alegría”, presentado el 2 de abril en el Jardín del barrio FONAVI. Dirigido por Julián Petrucci, el trabajo trata sobre el uso de agroquímicos en el sector rural y los conflictos que genera su uso irresponsable en los barrios periféricos de nuestra ciudad. Con testimonios del aplicador Edelmiro Laus, el Dr. Jorge Herce, representantes del Foro Ambiental, y los funcionarios Claudio Marote y Néstor Donatelli, entre otros, las voces se dicen y se contradicen sobre este tema tan delicado, con tantas contradicciones y tan cargado de intereses económicos.
Hubo algo que merece un lugar en este informe, y es el rol municipal en este tema. A través de la palabra de los funcionarios Donatelli y Marote se expusieron una serie de contradicciones que mostraron una serie de faltas desde el municipio. El registro de aplicadores, expendedores y almacenamiento al que Medio Ambiente convocó no tuvo inscriptos (solo 2); los controles a que se cumplan las normativas vigentes en materia de prevención en salud, brillan por su ausencia; los controles sobre si aviones y mosquitos cumplen con el limite perimetral sobre la planta urbana, tampoco existen; y como corolario, el Ing Marote expresó que la dirección de Medio Ambiente cuenta solamente con un presupuesto de $10.000 anual para desarrollar todo su trabajo, lo que implica algo así como $833 por mes para abocar a todas las temáticas ambientales.
“Quisiera que con este material no se peleen, o enojen, simplemente que genere reflexiones”, sostuvo su director. Quizás la primera reflexión que nos surge es que el estado debería comenzar a aceitar el control para que el masivo uso de veneno en el sector rural no afecte los barrios periféricos de la ciudad, y su almacenamiento, los sectores céntricos. En nuestra ciudad existe una gran impunidad sobre este tema, y el único responsable es el estado municipal. De no mediar soluciones en este sentido, quizás luego de las denuncias públicas y las luchas ambientales lleguen las disputas legales, con fallos que comienzan a irradiarse como pólvora por las provincias de Córdoba, Santa Fe, La Pampa y Buenos Aires.
Revista LaManuelaMolina - Abril
